Propiedad intelectual en la era del Internet y redes sociales
Para entender la propiedad intelectual tenemos que identificar que es un concepto que está formado por dos palabras. Sería pertinente primero entender que es propiedad. La palabra propiedad pues se comparte con otras disciplinas como la química o la física que nos habla de ciertas características de los elementos.
En el caso de derecho a la propiedad se refiere a esas prerrogativas o facultades que se le dan a los individuos para que puedan adueñarse de situaciones o cosas. Esto sería en derecho a la propiedad y la característica de intelectual tiene que ver con el tipo de cosas que pueden ser tangibles e intangibles que se pueden utilizar .
En esta ocasión nos referimos a la propiedad intelectual en medios digitales, que se refiere prácticamente a software y nombres de dominio.
Es difícil hablar de propiedad intelectual porque incluso no sea en un contexto digital, las personas no están acostumbradas a ir y registrar, por ejemplo, una marca. Entonces necesitamos tener esa cultura de porque tenemos que registrar una marca.
Necesitamos una cultura donde la gente entienda porque es importante la propiedad intelectual y como regularla si es que se comete algún acto fraudulento. Sobre este tema existen incluso Abogados expertos en Internet que pueden presentar una demanda a las personas que violenten sin permiso del autor su propiedad intelectual.
Una vez que las personas entienda que es Propiedad Intelectual, entonces ya podemos traspasarlo al ambiente digital que es donde actualmente se tiene problemas pues por ejemplo, existe nombres de dominio que son las extensiones que tenemos en las páginas de Internet que muchas veces son ocupadas de manera fraudulenta.
Existe una práctica muy común que se llama cybersquatting y ciberocupación que consiste en que otro usuario pueda poseer su marca registrada hasta una organización local. pero al mismo tiempo no la tiene registrada ante el autoridades digitales siendo una organización totalmente ajena.
Entonces por esta situación se puede presentar que una persona tenga el nombre de la marca pero que no haya registrado el dominio. Entonces hay personas que fraudulentamente se dedican a registrar estos dominios para que una vez que el dueño de la marca la quiera registrar no pueda tener acceso a ciertas terminaciones o extensiones.
Y entonces el negocio consiste a vender esas terminaciones al precio que el primer registrador quiera.